En un patio escondido de la casa Barragan, hay varias vasijas vacias de arcilla. Bajo el sol, quedan silenciosas, esperando la lluvia para transformarse en orquesta. Cada vasija se convierte en un musico que ejecuta una bella melodia. Junto a estas vasijas, hay una piscina pequena que refleja el sol y los arboles. Cuando llueve, cada gota es una nota musical que baila sobre la superficie del agua.
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