Por Stella Ambrosi y Elizabeth Waite
Es un mundo entre mundos. Lugar de nadie para nadie. Viéndonos paralizados, hasta que alguien entra y quita el deseo inmerso en una mirada. La curiosidad fue tal que regresé solo para mirar, hasta que al final entré y te miré a través del hoyo, vi que asomaste tu deseo y yo lo acomodé en mi cuerpo. Decidí perderme en el bosque donde encontré a todos los hombres del mundo.
Es un mundo entre mundos. Lugar de nadie para nadie. Viéndonos paralizados, hasta que alguien entra y quita el deseo inmerso en una mirada. La curiosidad fue tal que regresé solo para mirar, hasta que al final entré y te miré a través del hoyo, vi que asomaste tu deseo y yo lo acomodé en mi cuerpo. Decidí perderme en el bosque donde encontré a todos los hombres del mundo.
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